domingo, 7 de febreiro de 2016

Gracias, Consejo General de Enfermería

Quería hacer llegar toda mi gratitud al Consejo. Gracias por publicar "Informe Doulas". Ahora todo me encaja. Pero, me temo, la amenaza de las doulas sectarias caníbales es muchísimo más grave de lo que presentan. Estas terribles criaturas son capaces de adoptar la forma de profesionales titulados cualificados para así controlar nuestros embarazos y partos, romper nuestras familias y matar a nuestros bebés. Sí, así como lo leen. De bata blanca, campan por consultas y paritorios sin que sea posible distinguirlas de los auténticos profesionales titulados, actualizados y respetuosos con la evidencia científica y la ley de autonomía del paciente. Espero que las pistas que nos ofrece su informe nos ayuden a identificarlas. Yo no sabía que la que echaba al padre del paritorio era una doula. Se me presentó como matrona. Las que no se me presentaron, ahora lo veo claro, eran todas doulas. No sabía que la que me ponía oxitocina porque "así pares más rápido" era doula. Ni que doula era la que se me subió encima y apretó mi barriga. La que clavó monitorización interna en la cabeza de mi bebé, aunque yo tuviese correas puestas y no se perdiese el latido. ¡Era una doula y no una matrona! Igualmente pensé que en quirófano estaba acompañada por matrona, auxiliar, pediatra, ginecóloga y hasta celadores pero, no, eran todas doulas. La que me cortó los bajos sin avisarme, también doula. Eso sí, no me hicieron comer la placenta, supongo que se la quedaron para oscuros rituales sectarios caníbales. ¡Estuvimos en peligro! Y este aún continuó en planta. Yo pensaba que eran enfermeras pero no, eran doulas las que entraban en la habitación y se llevaban al niño de mis brazos, "no lo cojas tanto que luego se acostumbra", las que le dieron biberón y chupete, en un claro intento de separarlo de mí. ¿Cómo no sospeché, ingenua de mí, que se trataba de doulas todo el tiempo? Qué tonta, ¿cómo pude pensar que eran matronas, enfermeras, ginecólogas tituladas? Si está claro, esos profesionales jamás de los jamases realizarían prácticas no basadas en la evidencia científica. Esos profesionales titulados nunca pondrían en peligro mi salud ni la de mi bebé. Tengo miedo, señores del Consejo, ¿dónde voy a parir ahora? ¿Dónde me garantizan profesionalidad, respeto a la evidencia científica y a la ley de autonomía del paciente? ¿Dónde no se les cuelan doulas?

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