luns, 13 de agosto de 2018

Entrevista a la Dr. Carreras sobre la cesárea provínculo

La Dr. Elena Carreras
Si hace poco hablábamos de la cesárea provínculo que se ofrece en el Vall d'Hebron con una madre pionera en vivir la experiencia, hoy tenemos la suerte de contar con la ginecóloga que ha impulsado este tipo de intervenciones, la doctora Elena Carreras, que ha tenido la amabilidad de responder a nuestras preguntas.

Doctora Carreras, ¿qué os decide a empezar a hacer las cesáreas provínculo? 
Tras muchas sesiones de trabajo y escucha común con A.G. [la madre a la que entrevistamos aquí], entendimos que una cesárea, que es una intervención quirúrgica, también es el nacimiento del bebé. Que se trata de un momento único, íntimo y que es necesario respetar y preservar, aunque sea dentro de quirófano.

¿Y cuál es la valoración de los profesionales tras realizar una de estas cesáreas? 
La aceptación ha sido muy buena. Si la madre disfruta de su parto, el equipo también. Técnicamente no es una cesárea más complicada o que requiera más tiempo. Requiere mayor sensibilidad hacia la mamá y el bebé.

¿Y la valoración de las usuarias? 
Hasta el momento ha sido muy satisfactoria. Estamos recogiendo los datos estadísticos propios para proporcionar información más precisa.

¿La cesárea provínculo hay que solicitarla expresamente o se hace por sistema? 
Intentamos hacerla por sistema, pero siempre es la madre quien decide lo que desea. Hay mamás que no desean ver la salida del bebé, muy pocas no desean estar acompañadas... Pero todas agradecen el trato respetuoso poniéndolas en el centro de atención.

¿Y pueden acceder a ella todas las mujeres o hay requisitos? 
Estamos estableciendo un protocolo con los neonatólogos para que los bebés prematuros o con crecimiento intrauterino restringido también puedan beneficiarse de la cesárea provínculo. Lo más importante es el cambio de actitud de los profesionales que atienden a la madre.

¿Cómo se podría extender la cesárea provínculo a otros centros hospitalarios? 
Desde un punto de vista médico, dándola a conocer en foros científicos, como hicimos ya en el Congreso Nacional de Medicina Perinatal de este año, con muy buena aceptación, por cierto. Es muy importante que las mamás la conozcan y la reivindiquen. El objetivo es que todas las cesáreas sean provínculo, porque todas las mamás se merecen el mejor cuidado, sea cual sea la vía del parto.
 
Fotografía de cesárea provínculo en el Vall d'Hebron cedida por A.G.
Siguiendo con el punto de vista médico, ¿crees que se está produciendo un cambio a nivel asistencial?
Creo que sí que se está produciendo un cambio. A lo largo de los años la obstetricia ha ido evolucionando en función de los objetivos a conseguir. Primero, para disminuir la mortalidad materna, los partos se trasladan a los centros hospitalarios. Después, para disminuir la mortalidad y morbilidad fetal se instaura un parto medicalizado con mucho control fetal. Ahora, sin perder ninguno de los hitos conseguidos, es necesario que la madre/familia pueda vivir el parto de una manera segura, que se consideren sus deseos, lo que le permitirá empoderarse y establecer un vínculo fuerte con la criatura.

¿Cómo ven esto los profesionales?
A veces los profesionales han priorizado la seguridad de la madre y el neonato sin darle tanta importancia a la vivencia del parto. Creo que eso está cambiando.

¿Y qué impulsa este cambio?
Un cambio en las madres que quieren decidir y un cambio en los profesionales que quieren escuchar. La escucha de lo que las madres desean es el punto más importante. Los profesionales tenemos que acompañar a la madre y ayudarla cuando sea necesario. Creo que la satisfacción en el momento del parto, como en muchas otras situaciones en la vida, radica en la posibilidad de escoger. Y para escoger se necesita una buena información. La información que se obtiene en internet puede ser muy buena, pero a veces no se adapta a las características específicas de cada madre. Cada madre es diferente y cada criatura es diferente. Por eso la discusión del plan de parto de manera individualizada es muy importante, especialmente en los casos en los que hay alguna patología.

Para finalizar, ¿cómo ve en la actualidad la Obstetricia?
La característica más relevante de la situación actual es que ha aumentado considerablemente la edad de las madres y el número de partos múltiples. A nivel de las madres las criaturas son muy deseadas y muy planificadas. En general, las madres quieren un parto de muy poca o nula intervención, pero la edad elevada y la gestación múltiple lo dificultan. Por eso es tan importante hablar de deseos y también de riesgos, y tomar las decisiones de manera compartida. Quizás las decisiones difíciles de tomar son aquellas en las que no hay evidencia médica o es escasa. En estos casos los profesionales tienden a considerar el escenario de más riesgo y las madres el de menos. Por eso hay que hablar y valorar todas las posibilidades.

Por último, ¿algún apunte más sobre la cesárea provínculo?
La cesárea provínculo es un paso más en el parto respetado. Diríamos que es el respeto cuando el nacimiento se tiene que producir por cesárea. La cesárea es una intervención que ha salvado muchas vidas a madres y criaturas. La cesárea provínculo no justifica que se hagan cesáreas innecesarias. La cesárea provínculo, como dice su nombre, ayuda a que la madre establezca una buena relación con su bebé desde el primer momento. Solo se deben hacer las cesáreas que tienen una indicación médica



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