martes, 25 de setembro de 2018

Hipopresivos para madres

Seguimos haciendo hipopresivos Low Pressure Fitness de la mano de Chus Lurueña. En esta segunda parte de su entrevista nos da una información muy importante para las que somos madres. Si no has leído la primera, aquí la tienes: Haciendo hipopresivos


Chus, hablando en concreto de las madres, ¿sería posible hacer hipopresivos durante el embarazo o durante la lactancia? Y ¿cuándo podríamos comenzar tras el parto?
En cualquiera de los tres supuestos, optando siempre por la precaución y por la supervisión de profesionales cualificados bajo un equipo multidisciplinar. Durante el embarazo, como ya he señalado anteriormente, resulta un perfecto aliado para la preparación al parto. Tal y como Tamara Rial (directora del I+D del International Hipopressive & Physical Therapy Institute y co-fundadora de Low Pressure Fitness) explica, y puedo corroborar por mi experiencia profesional con embarazadas, nuestro objetivo con su práctica durante el embarazo es el de mantener activa físicamente a la futura parturienta, asegurándole incuestionables beneficios tales como:

-          - Un adecuado mantenimiento postural en constante adaptación a las diferentes etapas y progresión de su embarazo.
-          - Un entrenamiento específico respiratorio y de la musculatura abdomino-perineal que prevendrá y disminuirá el dolor lumbar tan habitual durante estos meses.
-          - La preparación del organismo para el momento del parto y posterior recuperación tras este.


Estos beneficios serán tanto en el caso de que la embarazada no haya practicado esta modalidad previamente como en el de que sí lo haya hecho. En este segundo supuesto se ha observado una recuperación física mayor en el posparto en comparación con otros embarazos, ausencia del dolor lumbar gestacional y de incontinencia urinaria. Por supuesto, todo ello siempre y cuando la actividad física no esté contraindicada facultativamente y partiendo de un embarazo sin riesgo –sin presencia de anemia severa, arritmia, crecimiento uterino anormal, hipertensión, diabetes tipo 1, bronquitis crónica, bajo peso o hipertiroidismo poco controlado–. Low Pressure Fitness, a diferencia del ejercicio hipopresivo tal y como lo conocemos, no precisa de la ejecución de la fase de apnea si no se desea, pudiendo adaptarse de manera completamente personalizada a cada embarazada, eliminando de la rutina esa fase respiratoria, no tanto por la potencial hipoxia generada en el feto al tratarse de “tiempos en apnea” no lo suficientemente prolongados para ello, sino por la intensa activación visceral, útero incluido, que sí podría provocar la aparición de contracciones, precipitando el proceso. De hecho, siempre bajo prescripción y consentimiento facultativo, en algún que otro caso de embarazadas ya ejercitadas y con un buen dominio de la técnica con anterioridad al embarazo, a partir de la semana 38/39, sí se ha vuelto a incluir en la rutina la fase de apnea debidamente adaptada.

Tras el parto nos llegan las siguientes dudas: ¿Cuándo puedo comenzar la práctica de hipopresivos? ¿En el posparto inmediato, del primer al décimo día tras el parto, o esperamos al posparto tardío, desde el onceavo día al 42? Habiéndoseme practicado una cesárea, ¿cuándo puedo comenzar con la gimnasia hipopresiva? Durante la lactancia, ¿puedo realizar hipopresivos? Y ¿con diastasis abdominal es recomendable realizar hipopresivos? 
Pues la verdad es que, aunque esta técnica cada vez está más reconocida como óptima estrategia de recuperación posparto, todavía nos encontramos cierta disparidad de opiniones con respecto a todas estas cuestiones. Abordamos la primera ya desde la perspectiva de Low Pressure Fitness, una vez más referenciando las aportaciones realizadas por Tamara Rial y trasladando lo experimentado personalmente por mi profesión. Tanto la Doctora Rial como en mi propia opinión, coincidente con la de muchos otros profesionales y siempre que no haya contraindicación médica, a partir de la sexta semana se puede comenzar la gimnasia posparto, ejercicios Kegel y los ejercicios abdominales a realizar serán siempre hipopresivos, con la supervisión de un fisioterapeuta o profesional LPF que indicará la musculatura correcta a contraer y cómo hacerlo. No obstante, y a pesar de que estos ejercicios también se encuentran indicados en los casos de cesárea, al tratarse de una intervención quirúrgica abdominal, es recomendable esperar tres meses y siempre realizar una valoración con un profesional de la salud antes de comenzar. Durante el puerperio inmediato, aunque recientemente ha sido publicado un estudio en el que se analizaron los efectos de practicar hipopresivos en el posparto inmediato sobre dos mujeres (30 y 18 años), parto vaginal, con presencia de más de 3 cm de diastasis abdominal inicial (valorada a las 8–13 horas de haber dado a luz junto a perímetro torácico y abdominal) y hospitalizadas durante las 48 primeras horas desde el nacimiento, se aplicó un protocolo de hipopresivos durante esas primeras 48 horas, ejecutándose cuatro posturas en las posiciones de decúbito supino, sedestación, bipedestación y bipedestación con flexión de tronco, repitiendo cada postura dos veces, con una apnea máxima de 8 segundos en cada repetición. Aunque ambos casos redujeron la diastasis abdominal alrededor de un centímetro y se trata de resultados que podríamos considerar prometedores, pues quizá la intervención temprana durante las primeras horas tras el parto puedan ser clave para la reducción de la diastasis abdominal que tanto cuesta recuperar tras el embarazo, resulta difícil saber si la recuperación fue por el efecto del hipopresivo o por un efecto natural de recuperación. Además, hubiera sido interesante conocer si realmente la realización de estos ejercicios en las primeras 48 horas ayudan a la involución uterina y/o si intervinieron en mayor o menor grado en el proceso de lactancia (Rial, Low Pressure Fitness)

Durante la lactancia, la subida de leche se produce durante los tres primeros días del puerperio, latente todavía la involución uterina, así como el exceso de laxitud en la musculatura abdominoperineal. En mi opinión, personal esta vez, comenzar con la práctica de LPF e hipopresivos entonces, puerperio inmediato, atenta un poco contra la propia fisiología. Prefiero siempre dar ese margen de tiempo de recuperación al cuerpo y respetar su propio ritmo y esperar a que finalice el puerperio para iniciar la actividad, cuando la lactancia ya está asentada y establecida, evitando así cualquier tipo de posible interferencia sobre ella. Como conclusión, y pasado el período de tiempo establecido dependiendo de si ha sido un parto vaginal o mediante cesárea, al tratarse de un programa diseñado siempre “a baja presión”, LPF también está indicado tras el parto principalmente con la finalidad de restaurar la estática pelviana y de la columna vertebral. Nuestro objetivo consistiría en, progresiva y paulatinamente, devolver al cuerpo y al organismo a su estado inicial mediante una estrategia poco “presiva” para la columna vertebral y el suelo pélvico y readaptarlo para actividades que en un futuro pudieran conllevar mayor intensidad de impacto. Destacaríamos entre los beneficios de la práctica de LPF en la fase posparto, la descongestión pélvica y visceral, la recuperación postural y la mejora de la vascularización. Generalizando, porque después siempre se valoraría y se tendría en cuenta la situación y las condiciones de cada mujer tras el parto, finalizado el puerperio ya podría iniciarse la práctica, siendo el profesional Low Pressure Fitness, el que planifique la progresión de las ejecuciones y rutinas a ir abordando, siempre en consonancia y coordinación con el facultativo.

Muchas gracias a Chus por toda la información. Si notas tu suelo pélvico flojo, tienes diastasis abdominal o incontinencia urinaria, no dudes en buscar un profesional Low Pressure Fitness en tu zona. Merece la pena.


sábado, 22 de setembro de 2018

La violencia obstétrica y la atención al nacimiento en la actualidad

Ayer en la librería Cartabón en Vigo asistí a la presentación de un libro multidisciplinar alrededor del concepto de violencia obstétrica. Surgido a partir de un workshop que reunió a diversas profesionales como sanitarias, filósofas o antropólogas, el libro se compone de artículos que abren debate sobre este polémico término. La presentación corrió a cargo de Susana Iglesias, matrona en el Hospital do Salnés, Josefina Goberna, una de las coordinadoras del libro, Mercedes Oliveira, catedrática de Filosofía, y Carme Adán, filósofa y una de las autoras recogidas en el libro. Entre todas nos explicaron que la atención al parto, al embarazo y, en general, a cualquier aspecto relacionado con la sexualidad femenina se produce dentro de un patriarcado que nos infantiliza, nos objetualiza y, en otras palabras, no nos trata como a iguales. Creo que somos muchas las mujeres que podremos identificar estos comportamientos en la atención que hemos recibido. Lo escribí aquí: Violencia obstétrica es...
Parece que hablar de violencia obstétrica provoca la susceptibilidad de ginecólogos y matronas. Y es de entender. La violencia de género, donde debemos encuadrar la violencia obstétrica, se imbrica en nuestra sociedad, de tal modo que, así normalizada, cuesta identificarla. Muchos profesionales, simplemente, no son conscientes de que su comportamiento puede resultarnos violento. Se sienten atacados con el término y, así, perpetuamos un sistema en el que ambas partes nos defendemos, como enemigos íntimos. Falta que nos sentemos y hablemos, dejando fuera de la mesa los prejuicios. Falta desenmascarar al patriarcado y explicar el significado de esa palabra, porque esto no va de hombres contra mujeres. No se trata de eliminar la medicina de la ecuación, sino de devolver el parto y la lactancia a la sexualidad femenina como elementos de nuestro ciclo y no como actos sociales donde todo el mundo se siente con el derecho a, literalmente, meter mano.
Para mí, desde hace 6 años, la violencia obstétrica es una cuestión cotidiana, pero en la presentación descubrí que todavía resulta una desconocida para buena parte de la sociedad. La matrona citó un estudio en el que un 40 % de las mujeres afirmaba no querer tomar ninguna decisión durante su parto. Y eso es decidir. Decidir que sean los sanitarios los responsables de que el resultado sea positivo o negativo, con sus ventajas e inconvenientes, apuntalando la medicina defensiva que nos perjudica tanto a profesionales como a usuarias.
La demanda que resultó de la presentación se resume en la palabra ʺhumanizaciónʺ, porque una parte del buen trato reside en el conocimiento y en la aplicación de la evidencia científica, que podremos discutir, pero el respeto no está solo en los protocolos, sino en la capacidad de mirarnos a los ojos y de ponernos en el lugar de la otra persona. Un parto no puede ser una guerra.
Además, tuvimos la oportunidad de conocer el testimonio estremecedor de varias mujeres. No podemos parir por ninguna pero me duele pensar en que, quizás, si hablásemos más de esta violencia, si difundiésemos más información basada en la evidencia científica, si transmitiésemos más herramientas para ser capaces de decir ʺno, graciasʺ o, simplemente, para hacer una pregunta..., habría más profesionales implicados, más mujeres informadas y más nacimientos felices.
Carme, Susana, Josefina y Mercedes en fotografía del Faro de Vigo, https://www.farodevigo.es/sociedad/2018/09/22/deshumanizacion-parto-hospitales-sale-calle/1965995.html


  
Onte na libraría Cartabón en Vigo asistín á presentación dun libro multidisciplinar arredor do concepto de violencia obstétrica. Xurdido a partir dun workshop que reuniu a diversas profesionais como sanitarias, filósofas ou antropólogas, o libro componse de artigos que abren debate sobre este polémico termo. A presentación correu a cargo de Susana Iglesias, matrona no Hospital do Salnés, Josefina Goberna, unha das coordinadoras do libro, Mercedes Oliveira, catedrática de Filosofía, e Carme Adán, filósofa e unha das autoras recollidas no libro. Entre todas explicáronnos que a atención ó parto, ó embarazo e, en xeral, a calquera aspecto relacionado coa sexualidade feminina se produce dentro dun patriarcado que nos infantiliza, nos obxectualiza e, noutras palabras, non nos trata como a iguais. Creo que somos moitas as mulleres que poderemos identificar estes comportamentos na atención que recibimos. Escribino aquí: Violencia obstétrica es...
Parece que falar de violencia obstétrica provoca a susceptibilidade de xinecólogos e matronas. E é de entender. A violencia de xénero, onde debemos encadrar a violencia obstétrica, imbrícase na nosa sociedade, de tal modo que, así normalizada, custa identificala. Moitos profesionais, simplemente, non son conscientes de que o seu comportamento pode resultarnos violento. Séntense atacados co termo e, así, perpetuamos un sistema en que ambas partes nos defendemos, como inimigos íntimos. Falta que sentemos e falemos, deixando fóra da mesa os prexuízos. Falta desenmascarar ó patriarcado e explicar o significado desa palabra, porque isto non vai de homes contra mulleres. Non se trata de eliminar a medicina da ecuación, senón de devolver o parto e a lactación á sexualidade feminina como elementos do noso ciclo e non como actos sociais onde todo o mundo sinte o dereito a, literalmente, meter man.
Para min, desde hai 6 anos, a violencia obstétrica é unha cuestión cotiá, pero na presentación descubrín que aínda resulta unha descoñecida para boa parte da sociedade. A matrona citou un estudo en que un 40 % das mulleres afirmaba non querer tomar ningunha decisión durante o seu parto. E iso é decidir. Decidir que sexan os sanitarios os responsables de que o resultado sexa positivo ou negativo, coas súas ventaxas e inconvenientes, apuntalando a medicina defensiva que nos prexudica tanto a profesionais como a usuarias.
A demanda que resultou da presentación resúmese na palabra ʺhumanizaciónʺ, porque unha parte do bo trato reside no coñecemento e na aplicación da evidencia científica, que poderemos discutir, pero o respecto non está só nos protocolos, senón na capacidade de mirarnos ós ollos e de poñernos no lugar da outra persoa. Un parto non pode ser unha guerra.
Ademais, tivemos a oportunidade de coñecer o testemuño estremecedor de varias mulleres. Non podemos parir por ningunha pero me doe pensar en que, quizais, se falasemos máis desta violencia, se difundisemos máis información baseada na evidencia científica, se transmitisemos máis ferramentas para ser capaces de dicir ʺnon, grazasʺ ou, simplemente, para facer unha pregunta..., habería máis profesionais implicados, máis mulleres informadas e máis nacementos felices.

Violencia obstétrica es...

Violencia obstétrica es...
... que te riñan.
... que te ignoren.
... que hablen de ti sin ti.
... que te nieguen información aunque preguntes.
... que te hagan daño a propósito.
... que no te den la posibilidad de decidir.
... que decidan por ti.
... que se pasen la Ley de Autonomía del Paciente por el forro. La Ley está por encima del protocolo del hospital.
... que no te den explicaciones.
... la información sesgada.
... que te amenacen.
... que te chantajeen.
... la Kristeller.
... el miedo.
... que te mientan.
... que obvien la evidencia científica, la EAPN que, total, solo lleva 11 años aprobada...
... que te infantilicen.
... que te hagan llorar.
... que echen a tu acompañante.
... que te separen de tu bebé.
... que mutilen tu cuerpo sin consentimiento informado.
... que si no pares es tu culpa, si pares, su mérito.
... que no se dignen a hablar contigo.
... que tengas miedo a preguntar...
Violencia obstétrica, sí, porque lo que no se nombra no existe.


Violencia obstétrica é...
... que te rifen.
... que te ignoren.
... que falen de ti sen ti.
... que che neguen información aínda que preguntes.
... que che fagan dano a mantenta.
... que no che dean a posibilidade de decidir.
... que decidan por ti.
... que pasen a Lei de Autonomía do Paciente polo forro. A Lei está por encima do protocolo do hospital.
... que no che dean explicacións.
... a información manipulada.
... que te amenacen.
... que te chantaxeen.
... a Kristeller.
... o medo.
... que te mintan.
... que obvien a evidencia científica, a EAPN que, total, só leva 11 anos aprobada...
... que te infantilicen.
... que te fagan chorar.
... que boten o teu acompañante.
... que te separen do teu bebé.
... que mutilen o teu corpo sen consentimento informado.
... que se non pares é a túa culpa, se pares, o seu mérito.... que non se dignen a falar contigo.
... que teñas medo a preguntar...
Violencia obstétrica, si, porque o que non se nomea non existe.

xoves, 20 de setembro de 2018

Prevención de la psicosis puerperal


Os comparto esta importante información. Los signos de esta psicosis incluirían: inicio temprano (primeros días o semanas después del parto), estar "fuera de la realidad", es decir, tener una idea delirante, rara, increíble, improbable y defenderla como una verdad, alucinaciones, alteraciones del sueño, estar diferente ante los demás, poco reconocible, tener ideas de daño hacia el bebé o hacia una misma, lenguaje desorganizado (disperso o incoherente), comportamientos raros, cambios bruscos de humor o irritabilidad excesiva, confusión severa, estar extremadamente habladora o no ser capaz de parar o controlar los pensamientos, sentimientos paranoicos ante las otras personas, sentir que las cosas están todas interconectadas de alguna manera especial o sentir que el bebé está conectado con Dios o con el diablo de alguna forma.
Por supuesto, esta situación requiere la intervención inmediata de un profesional. Ruego difusión.


Prevención da psicose puerperal
Compártovos esta importante información. Os signos desta psicose incluirían: inicio temperán (primeiros días ou semanas despois do parto), estar "fóra da realidade", é dicir, ter unha idea delirante, rara, incrible, improbable e defendela como unha verdade, alucinacións, alteracións do sono, estar diferente ante os demais, pouco recoñecible, ter ideas de dano cara ó bebé ou cara a unha mesma, linguaxe desorganizada (dispersa ou incoherente), comportamentos raros, cambios bruscos de humor ou irritabilidade excesiva, confusión severa, estar extremadamente faladora ou non ser capaz de parar ou controlar os pensamentos, sentimentos paranoicos ante as outras persoas, sentir que as cousas están todas interconectadas dalgunha maneira especial ou sentir que o bebé está conectado con Deus ou co demo dalgunha forma.
Por suposto, esta situación require a intervención inmediata dun profesional. Rogo difusión.

mércores, 12 de setembro de 2018

Haciendo hipopresivos


Hace un par de meses comencé a practicar hipopresivos Low Pressure Fitness para solucionar mi diastasis abdominal. Estoy tan contenta con los resultados que aquí os comparto más información sobre el tema, la primera parte de una entrevista a mi profe, Chus Lurueña. Si, como yo, tienes diastasis, padeces incontinencia urinaria o tu suelo pélvico ya no es el que era, no dudes en probar los hipopresivos.

Chus, ¿cómo llegaste al Low Pressure Fitness?  
En realidad un poco por curiosidad ante lo novedoso de la llamada gimnasia hipopresiva y las posibilidades que me brindaba, sobre todo en la recuperación posparto de mis alumnas y clientas embarazadas. Llegué al mundo hipopresivo en 2014 de la mano de Tamara Rial y Piti Pinsach, gracias a su permanente inquietud y afán de investigación con objeto de trasladar esta técnica al mundo del fitness y profundizar en sus múltiples beneficios para cualquier persona. Como resultado, y junto a Camilo Villanueva, nace en 2015 Low Pressure Fitness (LPF), primer sistema de entrenamiento multidisciplinar basado en la técnica respiratoria hipopresiva pero que, a diferencia de la gimnasia hipopresiva original, combina stretching miofascial y ejercicios neurodinámicos y posturales con la metodología didáctica más avanzada en ciencias del ejercicio físico. Por supuesto, mi formación iniciada en la técnica hipopresiva como tal fue actualizándose, ampliándose y completándose al mismo tiempo que lo hacía LPF y siempre dentro de su esquema y sistema.

¿Cuáles son los beneficios concretos de Low Pressure Fitness respecto a otras técnicas? 
El estrés, la inactividad física y los malos hábitos posturales influyen negativamente en nuestro “todo Yo”, cuerpo y alma, generándonos un exceso de tensión permanente que convierte nuestro día a día en una hiperpresión constante tanto física como emocional. El sistema LPF reequilibra, priorizando economía del movimiento y eficiencia técnica para, disminuyendo la presión, aumentar el bienestar. Consistente en un entrenamiento holístico de equitativa combinación de técnicas tales como la reeducación postural y respiratoria, neurodinamia e hipopresivos, se convierte en nuestra herramienta perfecta de actividad reparadora orientada hacia la salud integral, al alcance de cualquier persona y fácilmente adaptable a las particularidades, necesidades y expectativas individuales. Por objetivos fundamentales podríamos determinar los siguientes beneficios:
  
     - Corrección postural Mediante los ejercicios de activación muscular y estiramiento (stretching) del programa LPF lograremos reequilibrar el exceso de tensión en zonas musculares, perjudicial y generalmente acortadas como el tórax, la cintura escapular y el cuello, mientras que, simultáneamente, se activa la musculatura profunda cervical y espinal (musculatura espiratoria como suelo pélvico y faja abdominal), así como la musculatura espiratoria. Gracias a estos reajustes posturales, basados en los principios de tensión-elongación, prevenimos y/o aliviamos posibles problemas de la columna vertebral, sin ser realmente conscientes de la innegable repercusión que tienen sobre su funcionalidad el estado y condición de nuestra musculatura abdominal y nuestro suelo pélvico. Una condición funcional de ambos proporcionará siempre mayor estabilidad a nuestra columna, minimizando o previniendo el desequilibrio lumbo-pélvico y evitado su propia deformación estética.

-     - Descompresión a nivel intervertebral A través de la combinación de técnicas de activación postural y de posiciones invertidas que eliminan la acción gravitatoria en la columna, los ejercicios LPF dan origen a la descompresión de la columna vertebral a base del estiramiento y el fortalecimiento de sus estructuras musculares amigas, resultando más sólido y funcional su soporte en el desempeño de las acciones y actividades rutinarias y/o deportivas.
-     
       - La respiración, motor vital y motor de salud, constituye otro de los objetivos principales del programa LPF Cuando se aprende o se reeduca la mecánica respiratoria y se la somete a un correcto entrenamiento se liberan las tensiones físicas, fisiológicas y emocionales. Durante las sesiones de LPF se practican diferentes técnicas respiratorias, manteniéndose durante toda la ejecución el ritmo ventilatorio controlado y pautado y, por consiguiente, potenciándose la respiración voluntaria profunda y consciente, lentamente. Se ha evidenciado y está reconocido científicamente que un correcto entrenamiento respiratorio sobre la función ventilatoria, relajación y mecánica respiratoria en general, de forma rítmica, consciente, lenta y voluntaria, tal y como trabajamos en LPF, incrementa la calidad de vida, equilibrando el sistema emocional, aumentando capacidades como la relajación, la creatividad y el equilibrio de los pensamientos. Fisiológicamente, un movimiento rítmico respiratorio favorece el funcionamiento digestivo y el circulatorio.
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     - Activación muscular, visceral y fisiológica a una intensidad y profundidad no alcanzada por ningún otro sistema de entrenamiento.
Como síntesis de nuestro argumento, a diferencia de la gimnasia hipopresiva original, LPF combina, stretching miofascial y ejercicios neurodinámicos y posturales con la metodología didáctica más avanzada en ciencias del ejercicio físico.

¿Qué problemas de salud específicos se pueden mejorar? 
Siempre que se sea constante en su práctica, el programa de LPF nos reportará numerosos, notables y evidentes beneficios entre los que cabrían destacar los siguientes:

-          - Corrección de la postura.
-          - Conocimiento del propio esquema corporal y reeducación postural.
-          - Prevención y reducción del dolor de espalda.
-         - Recuperación y tonificación del suelo pélvico y de la faja abdominal, resultando el sistema ideal de recuperación posparto (resultando también un excelente aliado en la preparación al parto), prolapsos uterinos, dolores menstruales, menopausia, alteraciones del raquis (lumbares, dorsales y cervicales) y recuperación de hernias.
-          - Mejora y aumento de la capacidad respiratoria.
-          - Mejora de la vascularización y del retorno venoso.
-          - Mejora de la resistencia y del rendimiento deportivo.
-          - Mejora de la función sexual.
-          - Activación de la función fisiológica de cada uno de los órganos internos del core.
-          - Prevención y corrección, en la mayoría de los casos, de cualquier tipo de incontinencia.
-          - Prevención de lesiones.
-          - Disminución del perímetro de la cintura.
-        - Disminución del estado de excesivo estrés y/o ansiedad mediante la regulación del sistema parasimpático.

¿Low Pressure Fitness está contraindicado en algún tipo de situación?   
Aunque en sus inicios, como en cualquier otro método, para mayor seguridad y en beneficio de nuestros practicantes, se establecieron una serie de contraindicaciones absolutas para su práctica, a través de un más profundo estudio y de la experiencia en cada una de ellas por parte de LPF y también a nivel personal como trainer certificada, a fecha de hoy yo me permitiría cierta reconciliación Low Pressure Fitness vs contraindicaciones para su práctica, siempre bajo el estricto consentimiento y pertinente seguimiento médico. Como conclusión de esta labor interdisciplinar, podríamos hablar de:

Contraindicaciones relativas:
-     Hipertensión arterial.
-     Hernia de hiato.
-     Problemas intestinales graves (enfermedad de Crohn).
-     Procesos tumorales y/o cáncer.

Contraindicaciones absolutas:
-     Estados febriles.
-     Hipertensión arterial no controlada ni tratada.
-     Problemas intestinales graves no controlados.
-     Embarazo, en lo que a inclusión de las apneas se refiere.
-     Posintervención abdominal reciente.
-     Puerperio y/o recuperación de cesárea reciente.

Por supuesto, siguen y seguirán surgiendo situaciones muy concretas con patologías o alteraciones graves como origen, complicadas de enumerar aquí que, ante la duda o la disconformidad médica, descartan absolutamente su práctica, aunque en el fondo te quedes con el “run run” de si podría o no intentarse... Quizá con el tiempo y una profunda investigación, pero, por el bien del sujeto, y siempre buscando no solo su beneficio, sino el no perjudicarle más, en principio, siempre no.


Si queremos empezar a hacer hipopresivos LPF, ¿qué tenemos que hacer? ¿A dónde nos dirigimos? 
Fundamental, siempre, siempre, acudir a un profesional. LPF constituye un programa increíble en cuanto a los beneficios que nos reportará, pero, como en cualquier otra práctica relacionada con la salud, resulta esencial una impecable praxis en la dirección de su ejecución que nos asegure que no resultaremos perjudicados o lesionados, que los ejercicios se adaptarán correctamente a nuestra condición particular, al objeto de que todo lo que recibamos de este sistema sean ventajas y beneficios. Además, y sobre todo en su primera fase, al tratarse de una técnica correctiva y de posibles modificaciones sobre hábitos, dinámicas y mecanismos asentados y asumidos desde hace años, posturales y respiratorios principalmente, la asistencia y la atención personalizada por parte de un trainer especializado es vital. Empresas y entidades que impartan gimnasia hipopresiva, ya muchas, aunque no siempre todo lo serias y responsables que debieran ser, pero un programa de entrenamiento tan completo y eficaz como este, solo Low Pressure Fitness, www.lowpressurefitness.com en cuya web se pueden encontrar auténticos profesionales cualificados y su zona.

Continuará...