El ciclo del cuerpo
Cada 28 días doy la vuelta a mi útero.
Mi útero va y vuelve de la muerte en doce meses. Pasó un año. La primavera nos
agonizó en sangre y leche muerta. El verano luchó contra los óvulos que
persistían en manar libres y fértiles. Caían en vacío, en saco roto que el
otoño hizo gesto menopáusico. Y llegó el invierno y ese sacudirse el cuerpo de
puerperio. La leche abandona definitivamente el pecho. Queda el seno solo. El
vientre deja de marcar la curvatura de tu cuerpo contenido. Voy perdiendo
carnes reservadas para ti. El cuerpo de madre se desdibuja y, justo al año,
ejerce su memoria en contracciones que me acechan y dolor en plena cicatriz. El
puerperio se me va y temo dejarlo volar porque es el único vínculo físico que
aún nos une. Te mantiene en mí. Te vive aquí. Y vuelve el ahogo para
transformarse en alivio. Porque es tu cumpleaños y hago tarta y soplamos velas
y celebramos tu vida. Siempre. Viva. Y el cuerpo se concentra en repetir
infinito el ciclo de la vida y de la muerte. Viene la paz, el comprenderse
íntima. Acaba tu luto, te entrego al recuerdo, y tímidamente el cuerpo susurra
que vuelve la primavera. Uno a uno los añicos despacito que se encajan y se
lanzan al abismo de la vida...
O ciclo do corpo
Cada 28 días dou a volta ó meu útero. O
meu útero vai e volve da morte en doce meses. Pasou un ano. A primavera
agonizounos en sangue e leite morta. O verán loitou contra os óvulos que
persistían en manar libres e fértiles. Caían en baleiro, en saco roto que o
outono fixo aceno menopáusico. E chegou o inverno e ese sacudirse o corpo de
puerperio. O leite abandona definitivamente o peito. Queda o seo só. O ventre
deixa de marcar a curvatura do teu corpo contido. Vou perdendo carnes
reservadas para ti. O corpo de nai esváese e, xusto ó ano, exerce a súa memoria
en contraccións que me axexan e dor en plena cicatriz. O puerperio váiseme e
temo deixalo voar porque é o único vencello físico que aínda nos une. Mantente
en min. Vívete aquí. E volve o afogo para transformarse en alivio. Porque é o
teu aniversario e fago torta e sopramos candeas e celebramos a túa vida.
Sempre. Viva. E o corpo concéntrase en repetir infinito o ciclo da vida e da
morte. Vén a paz, o comprenderse íntima. Acaba o teu loito, entrégote ó
recordo, e timidamente o corpo murmura que volve a primavera. Un a un os anacos
a modiño que se encaixan e se lanzan ó abismo da vida...
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