La Dr. Elena Carreras |
Si hace poco hablábamos de la cesárea
provínculo que se ofrece en el Vall d'Hebron con una madre pionera en vivir la
experiencia, hoy tenemos la suerte de contar con la ginecóloga que ha impulsado
este tipo de intervenciones, la doctora Elena Carreras, que ha tenido la
amabilidad de responder a nuestras preguntas.
Doctora Carreras, ¿qué os decide a empezar a hacer las cesáreas
provínculo?
Tras muchas sesiones de trabajo y escucha
común con A.G. [la madre a la que entrevistamos aquí], entendimos que una
cesárea, que es una intervención quirúrgica, también es el nacimiento del bebé.
Que se trata de un momento único, íntimo y que es necesario respetar y
preservar, aunque sea dentro de quirófano.
¿Y cuál es la valoración de los profesionales tras realizar una de estas
cesáreas?
La aceptación ha sido muy buena. Si la
madre disfruta de su parto, el equipo también. Técnicamente no es una cesárea
más complicada o que requiera más tiempo. Requiere mayor sensibilidad hacia la
mamá y el bebé.
¿Y la valoración de las usuarias?
Hasta el momento ha sido muy
satisfactoria. Estamos recogiendo los datos estadísticos propios para proporcionar
información más precisa.
¿La cesárea provínculo hay que solicitarla expresamente o se hace por
sistema?
Intentamos hacerla por sistema, pero
siempre es la madre quien decide lo que desea. Hay mamás que no desean ver la
salida del bebé, muy pocas no desean estar acompañadas... Pero todas agradecen
el trato respetuoso poniéndolas en el centro de atención.
¿Y pueden acceder a ella todas las mujeres o hay requisitos?
Estamos estableciendo un protocolo con los
neonatólogos para que los bebés prematuros o con crecimiento intrauterino
restringido también puedan beneficiarse de la cesárea provínculo. Lo más
importante es el cambio de actitud de los profesionales que atienden a la
madre.
¿Cómo se podría extender la cesárea provínculo a otros centros
hospitalarios?
Desde un punto de vista médico, dándola a
conocer en foros científicos, como hicimos ya en el Congreso Nacional de
Medicina Perinatal de este año, con muy buena aceptación, por cierto. Es muy
importante que las mamás la conozcan y la reivindiquen. El objetivo es que
todas las cesáreas sean provínculo, porque todas las mamás se merecen el mejor
cuidado, sea cual sea la vía del parto.
Siguiendo con el punto de vista
médico, ¿crees que se está produciendo un cambio a nivel asistencial?
Creo que sí
que se está produciendo un cambio. A lo largo de los años la obstetricia ha ido
evolucionando en función de los objetivos a conseguir. Primero, para disminuir
la mortalidad materna, los partos se trasladan a los centros hospitalarios.
Después, para disminuir la mortalidad y morbilidad fetal se instaura un parto
medicalizado con mucho control fetal. Ahora, sin perder ninguno de los hitos
conseguidos, es necesario que la madre/familia pueda vivir el parto de una
manera segura, que se consideren sus deseos, lo que le permitirá empoderarse y
establecer un vínculo fuerte con la criatura.
¿Cómo ven esto los profesionales?
A veces los
profesionales han priorizado la seguridad de la madre y el neonato sin darle
tanta importancia a la vivencia del parto. Creo que eso está cambiando.
¿Y qué impulsa este cambio?
Un cambio en
las madres que quieren decidir y un cambio en los profesionales que quieren
escuchar. La escucha de lo que las madres desean es el punto más importante.
Los profesionales tenemos que acompañar a la madre y ayudarla cuando sea
necesario. Creo que la satisfacción en el momento del parto, como en muchas
otras situaciones en la vida, radica en la posibilidad de escoger. Y para
escoger se necesita una buena información. La información que se obtiene en
internet puede ser muy buena, pero a veces no se adapta a las características
específicas de cada madre. Cada madre es diferente y cada criatura es diferente.
Por eso la discusión del plan de parto de manera individualizada es muy
importante, especialmente en los casos en los que hay alguna patología.
Para finalizar, ¿cómo ve
en la actualidad la Obstetricia?
La
característica más relevante de la situación actual es que ha aumentado
considerablemente la edad de las madres y el número de partos múltiples. A nivel
de las madres las criaturas son muy deseadas y muy planificadas. En general, las
madres quieren un parto de muy poca o nula intervención, pero la edad elevada y
la gestación múltiple lo dificultan. Por eso es tan importante hablar de deseos
y también de riesgos, y tomar las decisiones de manera compartida. Quizás las
decisiones difíciles de tomar son aquellas en las que no hay evidencia médica o
es escasa. En estos casos los profesionales tienden a considerar el escenario
de más riesgo y las madres el de menos. Por eso hay que hablar y valorar todas
las posibilidades.
Por último, ¿algún apunte más sobre la cesárea provínculo?
La cesárea
provínculo es un paso más en el parto respetado. Diríamos que es el respeto cuando
el nacimiento se tiene que producir por cesárea. La cesárea es una intervención
que ha salvado muchas vidas a madres y criaturas. La cesárea provínculo no
justifica que se hagan cesáreas innecesarias. La cesárea provínculo, como dice
su nombre, ayuda a que la madre establezca una buena relación con su bebé desde
el primer momento. Solo se deben hacer las cesáreas que tienen una indicación
médica.
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